Mario Retuerta García: Fisioterapeuta, triatleta, especialista en Fisioterapia Deportiva y Clasificador del Comité Paralímpico. Ha sido fisioterapeuta de la Real Federación Española de Atletismo y de la Real Federación Española de Deportes para Ciegos. Como trabajo de fin de carrera, dirigió el estudio «Esclerosis Múltiple y Ejercicio Físico tras Brote Agudo».
¿Qué papel puede tener la actividad física en el tratamiento de las personas con EM?
Yo veo el ejercicio como parte del tratamiento, pero hay que prescribirlo con cierto conocimiento. El ejercicio físico permite que aumente tu capacidad física, lo cual permite que haya un mayor aguante de la fatiga, y por consiguiente, que la persona pueda hacer una vida diaria más normalizada. A través de la actividad física aprendes a conocer tu cuerpo, y las señales que te muestran dónde está el límite que no debes rebasar.
La actividad física es preventiva, debería formar parte del tratamiento. En este país la actividad física no se prescribe, y aunque es absolutamente necesario no se incluye dentro del sistema sanitario, y puede suponer un coste difícil de asumir en algunos casos. Esto es un tremendo error por parte de la Administración: si el Estado invirtiera en actividad física y deporte en personas con discapacidad o especialmente en personas con enfermedades degenerativas, se ahorraría mucho dinero.
¿Debería recomendarse a las personas realizar ejercicio físico desde el momento del diagnóstico? ¿Qué dificultades o impedimentos pueden aparecer a la hora de que las personas comiencen un programa de ejercicio como parte del tratamiento de la enfermedad?
Siempre es recomendable realizar actividad física, aunque existe un doble rasero, ya que al motivar a la gente a realizar actividad física como parte del tratamiento de la enfermedad puede no realizarla de forma moderada. Hay que ir con mucho cuidado, y hablar siempre de ejercicio con moderación.
En cuanto a los programas de ejercicio, hay un problema en cuanto a actividad y cultura que hace que no seamos conscientes de nuestra propia salud. Somos del que «me hagan», en lugar de trabajar activamente en pos de nuestro bienestar. Preferimos que nos prescriban un medicamento que deporte.
Como fisioterapeuta, ¿qué papel pueden desempeñar los fisioterapeutas en la prescripción de actividad física y el deporte?
En nuestro país la fisioterapia se enfoca sólo a la rehabilitación, al tratamiento posterior. Sería muy adecuado que los fisioterapeutas recomendasen a las personas afectadas por cualquier enfermedad que realizasen algún tipo de actividad física acorde con sus posibilidades. Lo ideal sería que los fisioterapeutas tuvieran amplio conocimiento sobre actividad física y deporte, una doble titulación.
¿Qué opinas del trabajo del equipo multidisciplinar en nuestro país? ¿Debería integrarse al profesional de la actividad física y del deporte dentro de este equipo para el abordaje de enfermedades como la EM?
Sería óptimo que trabajaran en conjunto todos los profesionales, incluyendo a un profesional de la actividad física y el deporte. Fuera de España se trabaja realmente en equipos multidisciplinares, incluyendo al neurólogo. En nuestro país, esto todavía no ocurre.
¿Por qué cree que el neurólogo se aleja del equipo multidisciplinar? ¿Por qué sigue habiendo algunas reticencias desde la consulta médica a la hora de recomendar hacer ejercicio físico desde el momento del diagnóstico?
La bata del médico es autoridad. Es necesario un acercamiento. Existen demasiados protocolos, y en ocasiones se descuida la individualidad, el tratamiento personalizado. Si existe un protocolo aprobado por un comité de ética me cubro las espaldas, y no salgo de ahí.
Como clasificador del comité paralímpico, ¿en qué se basa para categorizar a las personas con EM?
El deporte paralímpico para las personas con EM no está bien regulado, es muy difícil actualmente categorizarlas, principalmente por desconocimiento de la enfermedad.