IAF Ramón Gómez

Ramón Jesús es Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y Máster Universitario en Rendimiento Deportivo y Salud de la Universidad Miguel Hernández de Elche Y Doctorando en el Centro de Investigación Deportiva de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Ha codirigido la investigación «Efectos de un programa de entrenamiento de la fuerza sobre la fatiga percibida en pacientes con Esclerosis Múltiple», realizada en el Centro de Investigación Deportiva de la UMH junto con el Servicio de Neurología del Hospital General Universitario de Elche.

¿Qué papel juega el neurólogo a la hora de prescribir ejercicio físico?

Los neurólogos generalmente no saben prescribir actividad física o deporte, puesto que no han recibido la formación adecuada para ello.

¿Pueden los fisioterapeutas prescribir actividad física? ¿Sería una posibilidad para las organizaciones de personas con EM formar a los fisioterapeutas en actividad física y deporte?

Los fisioterapeutas no tienen la formación necesaria para prescribir ejercicio, es necesario contar con los profesionales de la actividad física y del deporte. En este aspecto, existe un problema: en su mayoría, los profesionales de este ámbito no están colegiados, no existe una regulación oficial de competencias, lo cual propicia que exista mucha incursión en este ámbito, facilitando las malas prácticas por desconocimiento. Las personas que reciben servicios por parte de gente sin la titulación y práctica necesaria pueden sentirse engañadas al no lograr sus objetivos al aplicar las metodologías equivocadas, e incluso lesionarse a través de los ejercicios prescritos. Otra cosa es que sea necesario un trabajo multi e interdisciplinar en que cada profesional (neurólogo, licenciado en actividad física, fisioterapeuta, etc.) atiendan al afectado cada uno en su ámbito, con un objetivo común.
Por otro lado, el profesional del deporte, los licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, no se encuentra dentro del ámbito de la salud pública, y por tanto no se puede acceder a sus servicios a través de las prestaciones de la seguridad social.

¿Qué importancia tiene la individualización dentro de la práctica de actividad física en personas con EM?

Otro aspecto a tener en cuenta es que cada persona es un mundo, y cada persona con EM más aún debido a la disparidad en la sintomatología y el curso de la enfermedad. Por ello, es preciso que el profesional de la actividad física y del deporte trabaje de forma absolutamente personalizada, realizando un programa específico susceptible de variar para adaptarse. Para conseguir un entrenamiento óptimo, es necesario conocer y medir muchísimo todos los indicadores disponibles.

¿Puede el ejercicio físico afectar negativamente al curso de la enfermedad?

El hecho de realizar ejercicio, correctamente prescrito e individualizado, no va a empeorar a la persona afectada, no va a exacerbarla/ provocarle un brote.

¿Qué beneficios aporta la actividad física en personas con EM?

Los beneficios de la actividad física a nivel fisiológico son los mismos beneficios que en una persona que no tenga EM, mejorando entre otros aspectos su capacidad aeróbica y aumentando su capacidad de producción de fuerza. La diferencia en muchos casos para las personas con discapacidad no es tanto cuantitativa como cualitativa, incidiendo en los aspectos que pueden mejorar su calidad de vida. Puede que en términos cuantitativos no parezca mucha diferencia levantar 5 o 7 kg; pero es posible que ese aumento de capacidad permita que una persona pueda volver a realizar su trabajo, o que una madre pueda coger a su hijo en brazos.

¿Qué recomendaciones podrían tenerse en cuenta para mejorar la adherencia de las personas afectadas a la práctica de ejercicio?

La adherencia se consigue cuando se ven los resultados. La motivación es un factor esencial: cuanto más ejercicio haces mejor te sientes, tienes un mejor humor y aumenta la autoestima y la capacidad de creer que puedes hacer otras cosas, e ir más allá.

He leído algunas directrices sobre ejercicios concretos para personas con EM, descritas por distintos autores, entre los que se encuentra el ACSM. ¿Qué puedes decir al respecto?

El American College of Sports Medicine (ACSM) es una especie de «Biblia» para los entrenadores, donde se pueden encontrar recomendaciones de actividad física dirigidas a personas con EM. No obstante, la información que muestra está algo desactualizada, y además hoy en día la evidencia aportada por los estudios no permite establecer un consenso sobre ejercicios, frecuencia, intensidad o tiempos.

Existen dificultades a la hora de comparar estudios, debido a problemas metodológicos, como por ejemplo que no se trabaja con personas con un EDSS muy elevado… ¿A qué puede deberse?

Es difícil que las personas con un EDSS mayor a 6.5 participen en los estudios. Sería imposible que en el grupo de muestra una persona con un EDSS de 8 hiciese el mismo ejercicio que una persona con un EDSS de 3. Por eso es importante la individualización, porque cada persona debe perseguir unos objetivos distintos con las metodologías adecuadas.

¿Puedes hablarme de las diferencias entre el ejercicio de fuerza y el aeróbico? ¿Puedes adelantarnos alguna novedad en el ámbito del ejercicio como parte del tratamiento de la EM?

Tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza son positivos, aunque últimamente los estudios que abundan son los que se centran en los beneficios de los ejercicios de fuerza, ya que son por lo general, más cortos que los aeróbicos —y por tanto más asequibles para las personas más afectadas— y están mostrando resultados muy positivos para combatir los efectos de algunos síntomas como la fatiga.
Una de las cosas que se están estudiando últimamente es la plasticidad en las fibras musculares, similar a la que se está observando en el cerebro, ya que parece ser que cuando un grupo de fibras falla, con entrenamiento es posible que las fibras colindantes «aprendan» a suplir el trabajo de las dañadas.

En algunos documentos se hace referencia a la necesidad de consultar al neurólogo antes de realizar actividad física. ¿Es importante?

Siempre. El que sabe de Esclerosis Múltiple es el neurólogo. Es esencial que el afectado contacte con el neurólogo con anterioridad a comenzar a realizar actividad física, incluso diría que debería contar su aprobación.

¿Qué se puede hacer desde las organizaciones de personas con EM en este momento?

Lo que se puede hacer desde las organizaciones de personas con EM es recomendar a los afectados que tengan un EDSS menor a 3 desde el momento de diagnóstico es que si realizaban algún tipo de ejercicio o practicaban deporte antes de recibir el diagnóstico, lo mantengan; y que si no lo hacían que busquen alguna actividad que les guste para practicarla con regularidad. Por otra parte, para las personas más afectadas, sería muy positivo que desde las entidades se buscasen profesionales de la actividad física y del deporte que tengan un profundo conocimiento de la enfermedad y sus especificidades para poder trabajar de forma adecuada.