¿Qué lleva a una persona afectada de EM a decir “no me gusta el ejercicio”? Puede ser debido a que tenga miedo a la fatiga, al cansancio, a un posible brote o simplemente porque en su vida nunca ha practicado ningún tipo de ejercicio físico.

Los estudios demuestran que un estilo de vida saludable, basado en el ejercicio habitual y una dieta equilibrada está asociado a una mejor calidad  de vida en personas con EM. Por lo general, en las asociaciones, centros de neurorrehabilitación, hospitales, etc. nos encontramos con personas que llevan un estilo de vida sedentario con un nivel de actividad física mínimo o inexistente. Por tanto, fomentar un cambio de comportamiento en esta dirección será una de las labores que se desempeñan desde las organizaciones de pacientes, hospitales y centros de neurorrehabilitación.

Cuando un paciente es diagnosticado de EM, el papel que cumple el psicólogo en un primer momento es el de ayudar a la persona afectada con EM a elaborar las etapas emocionales que llevan al paciente a la aceptación de la enfermedad y a convivir con unas limitaciones físicas. A medida que las sesiones de psicología van avanzando, el psicólogo, tratará de motivar al paciente para que adopte hábitos de vida saludables y lograr así un mayor control de su enfermedad.

Dentro de las técnicas que los psicólogos utilizan para lograr un cambio de conducta cabe destacar la Entrevista Motivacional:

  • La entrevista motivacional (EM) se define como un estilo terapéutico de comunicación colaborativo y orientado a objetivos que presta especial atención al lenguaje del cambio. Su propósito es reforzar la motivación y el compromiso de la persona con el cambio(1).
    La filosofía de la entrevista motivacional se basa en que las personas tienen sus propias fortalezas, motivaciones y recursos, y que estos deben activarse para que el cambio suceda. Por tanto, la figura del terapeuta no es la encargada de hacer que el cambio suceda, ni de aportar las mejores ideas para ello, sino que se presenta como una herramienta que facilita los procesos de cambio naturales de la persona.
    Por tanto, mediante la Entrevista Motivacional se orienta al paciente en la práctica de la actividad física, evitando el aislamiento y la inactividad. La persona afectada de EM tiene que ser capaz de ver los beneficios del ejercicio físico por sí misma. El profesional le motivará para introducir el deporte cómo una terapia más, fomentando una vida activa adaptada a las necesidades individuales de cada uno. Se ayuda al afectado a que reconozca su parte de responsabilidad, como trabajador de su propia salud. Se le hace comprender que no todo tiene que dejarlo en manos de los médicos, sino que tiene que ser consciente de que cada uno de nosotros somos responsables de nuestra salud.

Por otra parte, las técnicas que resultan más adecuadas para generar un cambio de comportamiento en lo que respecta a la actividad física son(2):

  • Inducción (para estimular una determinada conducta a través de, por ejemplo, recordatorios telefónicos),
  • Autoevaluación (registro de conductas, por ejemplo, mediante anotaciones de la actividad diaria),
  • Mensajes personalizados (adaptados a cada fase del cambio, a los recursos y al contexto),
  • Establecimiento de metas (tales como marcarse un número de pasos determinado y controlarlo mediante un podómetro).

Cómo se ha mencionado, la ACTITUD de la persona con EM en relación a la actividad física es esencial: es importante tener optimismo y sentirse bien por mantenerse activo, lo que facilitará la adaptación a los cambios.

Referencias

  1. Miller, W. R., & Rollnick, S. (2012). Motivational interviewing: Helping people change. Guilford press.
  2. Informes EUFIC (2014) Cómo motivar el cambio conductual. Documento en línea) Fuente: http://www.diba.cat/documents/713456/26784122/Article+C%C3%B3mo+motivar+el+cambio+conductual/f21dc2f5-74f9-4f67-a2d4-1e070dec17f5?version=1.0 (Consultado en Septiembre 2016)


Mª Idoia López de Guereñu. Psicóloga