La propiocepción es la sensibilidad que nos dice la posición de las articulaciones, nos ayuda a detectar, mantener y modificar una postura y realizar un movimiento. Es importante en los movimientos comunes que se realizan a diario, especialmente en los movimientos que requieren un mayor nivel de coordinación.

La propiocepción depende de estímulos sensoriales tales como visuales, auditivos, vestibulares, receptores cutáneos, articulares y musculares. Muchas personas con EM tienen alterada esta sensibilidad y a consecuencia de esto tendrán problemas de equilibrio, lo cual les afectará al realizar sus AVD, marcha, actividades deportivas…

Principalmente trabajamos la propiocepción a través de estimulación sensitiva, ejercicios de coordinación, equilibrio y cambios de superficies. Solemos comenzar de modo sencillo y a medida que vamos obteniendo destreza se van complicando, introduciendo texturas, aros, balones, plataformas…

A continuación, podrás acceder a una serie de ejercicios para trabajar la propiocepción en Esclerosis Múltiple:

  • Ejercicio 1: Terapia manual de tobillo y pie

  • Ejercicio 2: Vibración y cepillado del pie

  • Ejercicio 3: Reconocimiento de texturas en sedestación

  • Ejercicio 4: Reconocimiento de texturas de pie

  • Ejercicio 5: Reacciones de enderezamiento y equilibrio en bipedestación

  • Ejercicio 6: Reacciones de apoyo en bipedestación

  • Ejercicio 7: Equilibrio monopodal rodando un rulo

  • Ejercicio 8: Equilibrio monopodal con rulo y alcances

  • Ejercicios 9 y 10: Marcha con bandeja y aros

Agradecimientos: