La fatiga, uno de los síntomas más frecuentes e incapacitantes de la Esclerosis Múltiple (EM), especialmente en el tipo progresivo1, está presente en algún momento en el 90% de las personas con esta patología2 contribuyendo principalmente a una disminución en la calidad de vida de la persona que la padece. Es una de las manifestaciones que más preocupa a este grupo de pacientes2 por lo que son muchos los estudios que persiguen encontrar formas para reducirla y manejarla de forma efectiva, buscando así aumentar la calidad de vida de las personas con EM3.

Cada vez hay más evidencia de que un estilo de vida saludable en el que se incluya una dieta equilibrada, actividad física regular controlada y en la que se eviten situaciones que generan estrés, tiene asociada menor discapacidad y gravedad de síntomas como la fatiga4,5.

Los hábitos saludables, donde se incluyen los factores dietéticos, contribuyen a mejorar los síntomas asociados a la EM al influir en la modulación del estado inflamatorio tanto en la Esclerosis Múltiple Recurrente- Remitente como en la Primaria- Progresiva, influyendo tanto en las vías metabólicas como en las inflamatorias de nuestro organismo6. La evidencia acumulada apoya también la importancia de la composición de la microbiota intestinal en patologías inmunomediadas y su mantenimiento a través de la dieta7.

Existen diversas teorías en cuanto a lo que se considera dieta saludable y beneficiosa para pacientes con EM, pero por lo general, aquella con mayor evidencia es la basada en una alimentación variada, rica y equilibrada8, que da prioridad al aumento en el consumo de fibra a través de alimentos de origen vegetal como el pan, los cereales, las legumbres, las verduras y hortalizas. Y, por el contrario, evita el consumo excesivo de sal, azúcar, bollería industrial y grasas saturadas8.

Actualmente, se están investigando varios modelos de dietas para pacientes con Esclerosis Múltiple por su efecto sobre la fatiga y la calidad de vida, de las cuales las más conocidas entre el colectivo son la dieta del Dr. Swank (basada en la disminución de las grasas saturadas) y la dieta de la Dra. Whahls9 o paleodieta modificada. Pero aún no existen estudios concluyentes que relacionen este tipo de dietas con la reducción de la fatiga y de sus efectos a largo plazo.

También, algunos estudios apuntan a como la ingesta adecuada de magnesio y folato pudieran tener tendencia a la disminución de la fatiga10; estos nutrientes los podemos encontrar principalmente en alimentos como verduras y frutos secos. Por su parte, los flavonoides, introducidos en la dieta a través de una bebida de cacao enriquecida, también podrían modificar la fatiga, traduciéndose en la mejora de la movilidad, siendo este efecto más evidente en el tipo recurrente – remitente 11.

No debemos olvidar, que las dietas ricas en grasas saturadas y la ingesta excesiva de azúcares y edulcorantes también llevan asociadas otras comorbilidades como la obesidad12. La obesidad en personas con Esclerosis Múltiple también es un factor que puede condicionar la aparición de fatiga13, por lo que se ha de procurar evitar manteniendo hábitos de vida saludable.

Para concluir, recalcar que los profesionales no solo debemos recomendar una dieta saludable para mejorar síntomas como la fatiga, si no que esta recomendación también ha de ir dirigida a población sana que tenga mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, ya que los patrones de alimentación saludable van asociados a disminuir hasta un 25% el riesgo de un primer diagnóstico clínico de desmielinización del sistema nervioso central14.

BIBLIOGRAFÍA :

  1. Rooney S, Wood L, Moffat F, Paul L. Prevalence of fatigue and its association with clinical features in progressive and non- progressive forms of multiple. 2019 Jan 3;28:276-282
  2. Pommerich UM, Brincks J, Christensen ME. Is there an effect of dietary intake on MS- related fatigue?. 2018 oct; 25:282-291.
  3. Whals, Scott, Alshare, Rubenstein, Darling, Carr, Smith, Chenard, Larocca, Snetselaar. Dietary approaches to treat MS- related fatigue: comparing the modified Paleolithic and low saturated fat diets on perceived fatigue in persons with relapsing- remitting multiple sclerosis . 2018 jun 4;19(1):309
  4. Fitzgerald KC, Tyry T, Salter A, Cofield SS, Cutter G, Fox R, Marrie RA. Diet quality is associated with disability and symptom severity in multiple sclerosis. 2018 Jan 2;90(1)
  5. Kalron A, Menascu S, Fird L, Aloni R, Achiron A. Physical activity in mild multiple sclerosis: contribution of perceived fatigue, enery cost, and speed of walking. 2019 Jan 8:1-7
  6. Riccio P, Rossano R. Nutrition facts in multiple sclerosis. 2015 feb 18;7( 1)
  7. Van den Hoogen W, Laman J, Hart B. Modulation of Multiple Sclerosis and its animal model experimental autoinmune encephalomyelitis by food and gut microbiota. 2017 sep 5;8:1081
  8. Olascoaga J, Castillo- Triviño T, Alimentación sana para la esclerosis múltiple. 2012, 1ª Edición.
  9. Wahls TL, Chenard CA, Snetselaar LG. Review of Two Popular Eating Plans within the Multiple Sclerosis Community: Low Saturated Fat and Modified Paleolithic. 2019 Feb 7;11(2).
  10. Pommerich UM, Brincks J, Christensen ME. Is there an effect of dietary intake on MS- related fatigue?. 2018 oct; 25:282-291.
  11. Coe, Collet, Izadi, Wade, Clegg, Harrison, Buckingham, Cavey, DeLuca, Palace, Dawes. A protocol for a randomised double-blind placebo- controlled feasibility study to determine whether the daily consumption of flavonoid-rich pure cocoa has the potential to reduce fatigue in people with relapsing and remitting multiple sclerosis. 2018 Jan 23; 4: 35
  12. Janezic D, Jantschi L, Bolboaca SD. Sugars and sweeteners: structure, properties and in silico modeling. 2018 sep 26.
  13. Weiland TJ, Jelinek GA, Marck CH, et al. Clinically significant fatigue: prevalence and associated factors in an international sample of adults with multiple sclerosis recruited via the internet. PLoS One. 2015;10(2):e0115541. Published 2015 Feb 18. doi:10.1371/journal.pone.0115541
  14. Black Lj, Rowley C, Sherriff J, Pereira G, Ponsonby AL, Lucas RM, Ausimmune Investigator Group. A healthy dietary pattern associates with a lower risk of a first clinical diagnosis of central nervous system demyelination. 2018 Aug 7:1352458518793524.

Marta Lorenzo Corrochano. Nutricionista