La práctica regular y moderada de actividad física (AF) contribuye a mejorar la salud física y mental de la persona. En cuanto a los aspectos psicológicos, destaca el impacto positivo en la autoestima y en el autoconcepto, así como la reducción o prevención de estados de ánimo patológicos. La frecuencia de la práctica físico-deportiva, parece influir en la obtención de estos beneficios ya que cuando mayor es la práctica de actividad física, mejor es la salud mental del practicante(1). Es por ello importante hacer una selección óptima de la AF que mejor se adapte a la persona con Esclerosis Múltiple (EM), de modo que pueda ser una actividad que se mantenga en el tiempo, abriendo así la opción de conseguir las mencionadas ventajas.

Elegir la práctica deportiva a realizar es crucial y las personas con EM deben ser asesoradas sobre el tipo de actividad que mejor se adapte a sus condiciones en particular. Por ello, como profesionales, es importante saber orientar correctamente a la persona, para que ésta pueda seleccionar la mejor alternativa en su caso. Para lograr este fin, hemos recopilado estas sugerencias:

  • Generar un ambiente positivo: trasladar la importancia de la AF desde manifestaciones receptivas y abiertas del tipo “me alegra que quieras empezar a practicar AF, seguro que vas a encontrar importantes beneficios”.
  • Conocer la situación familiar, social y laboral de la persona. Así tendremos información sobre variables que pueden influir en la elección de una AF concreta como horario, posibilidad de apoyo, etc.
  • Tener en cuenta su situación de salud: curso y fase de la enfermedad, grado de discapacidad, enfermedades concomitantes, edad y secuelas(2).
  • Explorar su relación con la AF anterior: considerar si ha sido históricamente una persona deportista o quiere iniciarse ahora. En el caso de la primera opción valorar si puede continuar con alguna práctica similar a la que hacía con alguna adaptación (ayudas técnicas, menos tiempo, tomando descansos…).
  • Fomentar la participación activa de la persona en la búsqueda de alternativas: motivar a la persona a ser ella misma quien busque opciones y las plantee. Para ello, podemos pedir a la persona con EM que elabore una lista con algunas opciones, siendo una buena manera de concretar sus ideas.
  • Recoger un listado de dificultades que ha encontrado con anterioridad para implicarse en la práctica deportiva. Así, se pueden analizar estas circunstancias y prevenir posibles complicaciones.
  • Transmitir que, aunque se trata de una decisión importante, no es una decisión irreversible. Trasladarle a la persona con EM, que es una decisión flexible y que comenzar con una actividad en concreto no le obliga a continuar en la misma si esta finalmente no le satisface completamente.
  • Acotar las opciones, en aquellos casos en los que las dificultades para decidir sean mayores. Así, se puede hacer una exploración sobre si prefiere AF en solitario o en grupo, en su domicilio o fuera de éste, actividad monitorizada por algún profesional o individual…
  • Verificar que la práctica seleccionada es segura para la persona. Una actividad se disfruta cuando es segura, por lo que debe ser una AF que pueda desarrollarse sin riesgo(3). Por tanto, es recomendable que antes de iniciarse en la práctica de una nueva actividad física consulte con un profesional sanitario.
  • Fomentar la motivación basada en expectativas realistas. Transmitir los posibles beneficios de la AF en personas con EM basándonos en la evidencia científica va a reducir la posibilidad de frustraciones futuras, ayudando a seleccionar una práctica adecuada para su salud y adaptada a sus condiciones.

En conclusión, la práctica de AF es positiva en personas con EM, pero es muy importante seleccionar una actividad adecuada a la condición de cada persona. Los profesionales que trabajan con este colectivo deben ayudar a la persona a elegir una actividad que le motive lo suficiente como para que sea practicada con regularidad, al mismo tiempo que garantice su seguridad y salud.

REFERENCIAS:

  1. González-Serrano, Ginés; Huéscar Hernández, Elisa; Moreno-Murcia, Juan Antonio. Satisfacción con la vida y ejercicio físico. Motricidad. European Journal of Human Movement, vol. 30, junio-, 2013, pp. 131-151 Disponible en www.redalyc.org/pdf/2742/274228060010.pdf
  2.   Esclerosis Múltiple España (2015). Informe del estudio “Actividad física y deporte en esclerosis múltiple”. Consultado en: https://www.esclerosismultiple.com/ftp_publico/Informe%20act%20fisica%20y%20deporte%20en%20EM.pdf
  3. Moya Cuevas, R.M. (2014). Deporte adaptado. Madrid Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas-CEAPAT Consultado en: http://hdl.handle.net/11181/5025

Celia Ramos. Psicóloga