La fatiga es un síntoma muy común en la Esclerosis Múltiple (EM), considerándose uno de los más incapacitantes y suponiendo un importante impacto en la calidad de vida de las personas (1,2). Se cree que el tálamo podría estar involucrado en la patogénesis de este síntoma, ya sea como causa o consecuencia de las redes neurales deterioradas. Sin embargo, los datos aun no son concluyentes y se requiere más investigación en este campo (1).
Actualmente, se está investigando la relación entre mantener una buena salud física y mental, y la fatiga, existiendo en la última década un gran número de estudios centrados en los resultados del ejercicio en personas con EM (3). Estos revelan que el ejercicio físico puede reducir significativamente la fatiga e indican la necesidad de una programación de ejercicios regulares que formen parte de un programa de rehabilitación para estas personas (4).
Algunos estudios también asocian la dieta a efectos inmunomoduladores, sugiriendo que esta podría complementar al tratamiento farmacológico y de rehabilitación para controlar la progresión de la patología; en concreto, para mejorar la capacidad física (5). Algunos estudios piloto, asociarían una dieta rica en carbohidratos y baja en grasas a la mejora de la capacidad física en la Esclerosis Múltiple (6). No obstante, sería necesario replicar esta propuesta de dieta con poblaciones más amplias de pacientes.
Existen otros modelos de dietas como la antiinflamatoria, la cetogénica o la paleodieta que también sugieren mejorar y controlar los síntomas de fatiga en la EM en fases progresivas (6,7,8). No obstante, al igual que se ha mencionado anteriormente, los estudios sobre estos patrones de alimentación aun son muy preliminares o están desarrollados con muestras pequeñas de pacientes, por lo que se necesita seguir investigando para obtener datos que confirmen o no las conclusiones de estos estudios.
Adicionalmente, este tipo de dietas suelen llevar asociado el consumo de ciertos suplementos nutricionales que, si no se realiza con supervisión de un profesional, puede ser perjudicial para la salud (8).
Por todo lo anterior, parece necesario continuar investigando cómo la alimentación puede mejorar síntomas como la fatiga en la Esclerosis Múltiple para determinar el tipo dieta o de nutrientes más adecuados, así como las cantidades necesarias con las cuales se evidencian los beneficios (9). No obstante, a continuación, mencionamos brevemente algunos de los nutrientes más estudiados y su posible relación con la fatiga:
- Vitamina D: No es raro que muchas personas con EM estén tomando suplementos de vitamina D, ya que habitualmente estas personas presentan niveles bajos. Es interesante destacar que la toxicidad de la vitamina D puede manifestarse con fatiga, debilidad muscular o disfunción urinaria (10), por lo que será necesaria una supervisión y seguimiento de los pacientes que tomen este tipo de suplementos.
- Magnesio: Algunos estudios apuntan a que las dietas pobres en este mineral tienen correlación con puntuaciones de fatiga más altas en personas con EM (11). Adicionalmente podemos destacar en relación al magnesio que, a pesar de no haberse realizado ensayos controlados frente a placebo, este mineral parece mejorar la espasticidad en la EM y ser útil para combatir el estreñimiento y prevenir las migrañas (12). Encontramos magnesio en los frutos secos y las legumbres, principalmente.
- Ácido fólico: También se conoce como vitamina B9 y se encuentra en muchos alimentos de origen vegetal, como legumbres, verduras de hoja verde, nueces, aguacate, espárragos, etc. Su déficit también podría estar relacionado con la fatiga en personas con EM (11).
- Flavonoides: Son un conjunto de fitonutrientes presentes en alimentos de origen vegetal y que presentan acción antioxidante. Aunque la evidencia aun no es sólida, sí que parece que el consumo de alimentos ricos en estos antioxidantes (frutas y verduras), pueda mejorar la fatiga en personas con Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente (13).
Para concluir, podemos decir que todos los alimentos y nutrientes que hemos mencionado en este artículo forman parte de la dieta mediterránea. Esta principalmente se caracteriza por ser rica en verduras, frutas, legumbres, frutos secos y huevos; por lo que presenta un contenido importante de vitaminas, minerales y antioxidantes clave que pueden estar implicados en el manejo de la fatiga. Por lo tanto, la combinación de actividad física regular junto con una alimentación basada en la dieta mediterránea podría considerarse un tándem a tener en cuenta de cara al manejo de la fatiga en las personas con Esclerosis Múltiple.
Referencias:
- Capone, F. et al. (2020). Fatigue in multiple sclerosis: The role of thalamus. Multiple sclerosis (Houndmills, Basingstoke, England), 26(1), 6–16.
- Manjaly, Z. et al. (2019). Pathophysiological and cognitive mechanisms of fatigue in multiple sclerosis. Journal of neurology, neurosurgery, and psychiatry, 90(6), 642–651.
- Motl R. W. (2020). Exercise and Multiple Sclerosis. Advances in experimental medicine and biology, 1228, 333–343.
- Razazian, N. et al. (2020). The impact of physical exercise on the fatigue symptoms in patients with multiple sclerosis: a systematic review and meta-analysis. BMC neurology, 20(1), 93.
- Mousavi-Shirazi-Fard, Z. et al. The effects of modified anti-inflammatory diet on fatigue, quality of life, and inflammatory biomarkers in relapsing-remitting multiple sclerosis patients: a randomized clinical trial. Int J Neurosci. 2020 Apr 16:1-9.
- Albrechtsen, M. et al. (2020). Is diet associated with physical capacity and fatigue in persons with multiple sclerosis? -Results from a pilot study. Multiple sclerosis and related disorders, 40, 101921.
- Bahr, L. et al. (2020). Ketogenic diet and fasting diet as Nutritional Approaches in Multiple Sclerosis (NAMS): protocol of a randomized controlled study. Trials, 21(1), 3.
- Titcomb, T. et al. (2020). Eating Pattern and Nutritional Risks among People with Multiple Sclerosis Following a Modified Paleolithic Diet. Nutrients, 12(6), 1844.
- Coe, S. et al. (2021). A cross sectional assessment of nutrient intake and the association of the inflammatory properties of nutrients and foods with symptom severity in a large cohort from the UK Multiple Sclerosis Registry. Nutrition research (New York, N.Y.), 85, 31–39.
- Feige, J. et al. (2020). Vitamin D Supplementation in Multiple Sclerosis: A Critical Analysis of Potentials and Threats. Nutrients, 12(3), 783.
- Bitarafan, S. et al. (2014). Dietary intake of nutrients and its correlation with fatigue in multiple sclerosis patients. Iranian journal of neurology, 13(1), 28–32.
- Olascoaga J, Castillo –Triviño T. Alimentación sana para la Esclerosis Múltiple. 1ª Edición. 2012.
- Coe, S.et al. (2019). A randomised double-blind placebo-controlled feasibility trial of flavonoid-rich cocoa for fatigue in people with relapsing and remitting multiple sclerosis. Journal of neurology, neurosurgery, and psychiatry, 90(5), 507–513.
Marta Lorenzo. Nutricionista
Me parece una guia estupenda . Muchas gracias.