La evidencia ha demostrado que la actividad física es beneficiosa para las personas con Esclerosis Múltiple. Sin embargo, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para que esto no suponga un empeoramiento de los síntomas de la enfermedad y que la persona se sienta cómoda con el ejercicio. Como, por ejemplo, contar con recursos para controlar la temperatura o adecuar el entrenamiento a la estacionalidad.
Teniendo esto en cuenta, es importante que, una vez se vaya a realizar un plan de entrenamiento, se incluyan ejercicios de fuerza, aeróbicos, de flexibilidad y neuromusculares, y en el siguiente vídeo te contamos cuál es el objetivo de cada uno de estos ejercicios y cómo adaptarlos a cada persona con Esclerosis Múltiple.
Nuria Mendoza. Doctora en CC. De la Actividad Física y el deporte.